Por Enrique F. Gury Dohmen Todos conocen sin duda a Lucio V. Mansilla, sobre todo por su libro "Una excursión a los indios ranqueles", que según Manuel Gálvez fue el mejor libro argentino del siglo XIX. Su vida aquí fue una novela; su personalidad fue sumamente compleja, paradojal. Muy pocos de su época han sido tan versátiles. El mismo decía que el que piensa seis meses de la misma manera debe estar seguro de equivocarse. Hombre muy emotivo disimuló siempre, por un pudor especial, su sensibilidad. Si la deja entrever a veces, enseguida trata de ocultarla. Durante una misa en plena toldería de los ranqueles extraña a su madre. Cuando Miguel Angel Cárcano, jovencito entonces, lo visita en París, pide a su segunda esposa, Mónica Torromé que le traiga para enseñárselo el poncho que le regalara su compadre, el cacique Mariano Rozas. Al abrirla una nube de polillas sale de la caja. El viejo Mansilla solloza. Una Excursión a los Indios Ranqueles En su vida tuvo numeroso
El 19 de agosto de 1960, el satélite soviético "Sputnik 5" fue lanzado al espacio, dio la vuelta a la Tierra 18 veces y aterrizó con seguridad en la Tierra al día siguiente. A bordo iban ratones, ratas, moscas, varias plantas y Strelka y Belka, dos perros. Estampilla rumana de 1959 con la imagen de Laika (la leyenda dice «Laika, primera viajera al Cosmos»). Los animales no fueron los primeros seres vivos en el espacio. La era de los viajes espaciales ya había comenzado tres años antes, en octubre de 1957, cuando se lanzó al espacio el primer satélite, el "Sputnik 1", diseñado por Sergei Pavlovich Korolev. Contrariamente a todas las predicciones de que Estados Unidos sería la primera superpotencia en conquistar el espacio, la Unión Soviética había ganado el día en el apogeo de la Guerra Fría. Solo un mes después, los ingenieros espaciales rusos enviaron a la perra Laika al espacio frente a un asombrado público mundial. El objetivo era probar si ese viaje hacia la